Jesús Hernández Alcocer, quien asesinara a tiros a su esposa, la cantante Yrma Lydya Gamboa, es el ejemplo más claro de la impunidad por el tráfico de influencias en que vive México.
Hernández Alcocer ya cuenta con denuncias en un caso de fraude procesal que involucró al fallecido obispo Onésimo Cepeda. En 2011 lo investigó la entonces PGR por delitos contra la administración de justicia, tráfico de influencias y cohecho.
Ricardo Márquez Blas, especialista en temas de seguridad, dijo que desafortunadamente este homicidios evidencia la ola de violencia sin precedentes que vive México, en donde uno de los principales sectores víctimas son las mujeres.
“También la parte de la impunidad, de la cultura del machismo, del influyentismo, que tampoco hemos podido desaparecer de nuestras relaciones interpersonales y de las relaciones sociales en la sociedad mexicana”
Agregó que confía en que la gran atención mediática del caso por la crudeza y brutalidad del mismo, permitan que no quede impune pese a que el culpable del asesinato es un hombre con influencias, relaciones y una trayectoria profesional nada ejemplar.
“Aparentemente era un relación de pareja armónica e incluso ejemplar (…) detrás de eso había una gran violencia interpersonal y familiar de gran profundidad”.
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