El antepasado con vínculos nazis en familia del fiscal Alejandro Gertz Manero

El periodista J. Jesús Lemus, en su nuevo libro "El Fiscal Imperial" explica a detalle la persecución en contra de la familia del ahora fiscal por sospechas de nexos con el gobierno de Adolfo Hitler

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“Yo creo que (Alejandro Gertz Manero) esconde su pasado”, dice el periodista J. Jesús Lemus quien acaba de publicar El Fiscal Imperial (Harper Collins, 2022), texto que recaba la investigación que hizo para dar a conocer más información de los orígenes del funcionario y del camino que ha recorrido durante sus 82 años de vida. “Primero, estaba muy oculto su antecedente con el nazismo”.

El origen de la familia paterna del fiscal mexicano es alemán. Según documenta Lemus, Cornelius B. Gertz, el abuelo del jefe de la FGR, nació en 1868 al norte de Alemania e ingresó a México por Veracruz en 1892. 

Aunque ambos datos, refiere el autor, pudieron alterarse al momento del registro. El caso es que por esas fechas se asentó en suelo mexicano y empezó a amasar la gran fortuna que aún respalda a su linaje.

“Su riqueza, su fortuna, proviene de una forma inmoral, porque su abuelo cuando llega de Alemania y se establece en México hace crecer su fortuna. Él llegó con 800 pesos, algo así como 8 millones de pesos a la fecha, y se dedica a la usura, y establece casas de préstamo y empeño en Xalapa, Veracruz. Luego en Puebla. Después en la Ciudad de México”, detalla Lemus sobre la información que encontró.

Tras su llegada, Cornelius B. Gertz se hizo rápidamente de un lugar, tanto en el ámbito social como en el político-económico, volviéndose amigo cercano de cancilleres del gobierno de Porfirio Díaz. Incluso el autor explica que era una especie de intermediario entre el gobierno mexicano y agentes extranjeros en el país. También lo condecoraron y llegó a ser cónsul de Hungría (otra nacionalidad que adoptó) en México.

“Él trata de esconder eso, sumado a la oscuridad con la que el abuelo de Gertz Manero se relacionó con el gobierno alemán del nacionalsocialismo, el gobierno nazi de Adolfo Hitler, por el que fue perseguido políticamente en México”, reseña el experimentado periodista de investigación. “Miguel Alemán Valdés, cuando fue secretario de Gobernación, persiguió en 1942 al abuelo y al padre de Gertz Manero, acusados de ser espías nazis”.

En su libro Lemus cuenta con detalle que en 1942 se giró un informe de inteligencia mexicana que señalaba a Conelius Gertz de, presuntamente, dedicarse a hacer propaganda, en plena Segunda Guerra Mundial, a favor del Eje Berlín-Roma-Tokio.

Las sospechas de espionaje nazi no sólo recayeron en Cornelius B. Gertz. El Servicio Secreto del gobierno mexicano también inves­tigó a su hijo José Cornelio Gertz Fernández (padre de Alejandro Gertz Manero). 

Así lo refiere un informe remitido por el inspector Rodolfo Candiani, quien el 28 de octubre de 1942 notificó detalla­damente el seguimiento que se le hizo a José Cornelio Gertz Fernán­dez, por la sospecha de transmitir información a través de una radio clandestina, la cual se delataba por la ubicación de unas antenas en la Avenida del Castillo, colonia Lomas de Chapultepec de la Ciudad de México, donde la familia Gertz Manero tenía su residencia. (Extracto del libro de J. Jesús Lemus ‘El Fiscal Imperial’)

“Y creo que eso es lo que intenta esconder, por ese sentimiento antifascista que hay, de cierta manera, en México y más en un gobierno de transformación, de izquierda, humanista… pues por supuesto que tiene que alejarse de eso, creo que ese el timbre que quiere esconder este fiscal”, afirma J. Jesús Lemus, “y también el probable origen de su riqueza, que no es ilícita, yo no encuentro que haya sido una riqueza obtenida a través de negocios sucios. Es una riqueza que se generó al amparo del poder, pero que sí es claramente muy inmoral”.

Y aunque pareciera que el fiscal se esforzó por mantener tales detalles lejos del ojo público, eso no quiere decir que lo olvidara. Lemus, haciendo referencia a la distintiva característica de Gertz Manero de “vengativo”, relata minuciosamente como en 2021, 79 años después de aquella persecución a su padre y abuelo, él ya como fiscal cobró venganza con el nieto del expresidente Miguel Alemán: el empresario Miguel Alemán Magnani.