Nunca en la historia un presidente había atacado tan ferozmente a los miembros de otro poder, sobre todo al judicial. Andrés Manuel López Obrador está colérico. En su mañanera de ayer despotricó frases terribles, desproporcionadas, injustas e inaceptablemente insultantes contra los nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que votaron en contra de su aberrante Plan B.
La Corte no se toca… es orgullo nacional
ARTÍCULOS RELACIONADOS