A casi 132 años de su construcción, la Torre Eifeel, ícono parisino por excelencia, cambiará su color marrón, que la reviste desde 1968 y volverá al dorado, deseado en 1907 por su genial creador, Gustave Eiffel.
Cerrada para los visitantes a causa de la pandemia de coronavirus, la torre está repleta de operarios y técnicos que se alternan a lo largo de sus 134 metros de altura para «rejuvenecerla».
Lo informó hoy Patrick Branco Ruivo, director general de Sete, la empresa que administra el monumento.
El trabajo realizado durante estos últimos meses es el «lifting» más importante que se le realizó a la torre, símbolo de París junto a la catedral de Notre Dame y a la basílica Sacré Coeur, en Montmartre, en vista de los Juegos Olímpicos de París de 2024.
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«La Torre Eiffel tendrá un aspecto más dorado, como el de las medallas olímpicas y los años que París, Francia y toda Europa se preparan para vivir cuando termine la pandemia» de coronavirus, sostuvo Branco Ruiv
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Ocre color París
Los trabajos, que comenzaron en 2019 y durarán hasta noviembre de 2022, tienen un costo de 50 millones de euros (60 millones de dólares) y son considerables: hay que decapar y pintar 18,000 piezas unidas por 2.5 millones de roblones.
Además, la presencia de plomo en la pintura de las anteriores renovaciones obliga a reforzar el protocolo sanitario de la obra.
El trabajo de quitar las capas de pintura sucesivas se concentra de momento en el arco sur de la estructura, la parte que da al Campo de Marte, la más degradada por el sol y la lluvia.
El propio Gustave Eiffel había previsto esta usura y recomendó que se repintara la torre cada siete años. Un ritmo que ha sido respetado desde entonces.