En su colaboración “Bala de terciopelo”, Ana María Olabuenaga escribe que, teniendo tantas muertas y tantas desaparecidas, ¿por qué Debanhi? Y digo tener, porque, aunque sean cadáveres, una cruz y una oración no bastan para lograr que se vayan al cielo, las tenemos aquí a todas y pesan.
No en balde son las muertas de México, nuestras muertas. Y seguiremos llorando porque mañana tendremos 11 nuevas muertas y siete desaparecidas.