Los errores del gobierno de México en el combate a la pandemia de covid-19 son irreparables, y de no corregir ahora las proyecciones revelan que en junio los muertos serán 600 mil, advierte Laurie Ann Ximénez-Fyvie, jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM y doctora en Ciencias Médicas por la Universidad de Harvard.
La autora del libro “Un daño irreparable. La Criminal gestión de la Pandemia en México”, en entrevista con Fórmula Detrás de la Noticia con Ricardo Rocha, considera que el hecho del contagio del presidente Andrés Manuel López Obrador no modifica el enfoque del título de su publicación.
“Es terriblemente lamentable que nuestro señor Presidente tenga covid, desde luego, y no hacemos más que desearle lo mejor, la más pronta y absoluta recuperación, pero finalmente es solamente una persona”, dice.
Y afirma que en México 375 mil personas murieron por covid-19, pese a que la última cifra oficial se ubica en 149 mil 614.
Explica que el exceso de mortalidad establece que lo que se reporta en cifras oficiales de mortalidad debe ser multiplicado por 2.51 para obtener la cifra real de muertos por covid-19.
Víctimas revictimizadas en la muerte
“Esos que están en exceso de mortalidad son víctimas que fueron revictimizadas en la muerte, porque no solamente murieron innecesariamente, además ni siquiera se les está contando. Esas son cifras oficiales también, esas 375 mil personas que murieron lo hicieron por covid-19 o como consecuencia de un mal manejo de la pandemia”, dice.
Atribuye la diferencia al mal sistema de conteo del gobierno: “una de las negligencias que se tienen en nuestro país. Todos los países al inicio de la pandemia tenían exceso de mortalidad porque no se estaba diagnosticando correctamente la enfermedad, no se estaba diagnosticando a un número suficientemente amplio de la población, pero a medida que transcurrieron los meses los países disminuyeron su exceso de mortalidad, pero en México repuntó.
“Aquí no sólo no se arregló el problema el subconteo de casos y de muerte, sino que se incrementó. Por respeto al Presidente estoy exigiendo que cambien las medidas de nuestro país para controlar la pandemia. Él es una sola persona, aquí se han muerto centenas de miles de personas. Hugo López-Gatell puede ser el que toma las decisiones, pero el no se manda solo, ¿verdad?”, cuestiona.
AMLO solapa a López-Gatell
Considera que es correcto que el Presidente delegue en López-Gatell la responsabilidad de las decisiones sobre la pandemia, pero su error es no cuestionar por qué se llegó a los cien mil muertos, mientras todos los indicadores nos ubican en la peor situación.
“Hay países que han padecido lo mismo y suman 37 muertos como Vietnam, hay países que suman 7 muertos como Taiwán. ¿Por qué México está en cuarto lugar en números absolutos de muerte? Somos el país con índice de letalidad más alto del mundo, el cuarto país con el número absoluto de muertos”
Laurie Ann Ximénez-Fyvie, jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM y doctora en Ciencias Médicas por la Universidad de Harvard
No hay forma de ver buen manejo de pandemia
“Se vea como se vea, no hay manera, de poder interpretar que México hizo algo bien en el manejo de la pandemia. De tal manera que al ver que estamos tan gravemente mal, si bien no es él (el Presidente) quien tomó la decisión de no hacer pruebas, de no rastrear contactos, de no hacer un tamizaje o control de nuestras fronteras, si bien no fue él quien tomó las decisiones, sí fueron con su anuencia”, dice.
Descarta que exista un manejo científico o técnico de la pandemia, porque ni siquiera existe el conocimiento básico para instalar un cerco sanitario, en el que se busca que los sanos no ingresen para que no se infecten y los enfermos no egresen para evitar otros contagios.
Cuestionó que López-Gatell haya desechado medidas para limitar la movilidad, bajo el pretexto de que a un virus no se le detiene cerrando fronteras.
Variantes más contagiosas
“Ahora tenemos el surgimiento de variantes más contagiosas, que también pueden ser más virulentas, estas cepas más contagiosas se están esparciendo como llamas. Nos va a llevar segunda etapa de la pandemia que nos hará ver este camino que hemos vivido sólo como la punta del iceberg. ¿Qué es lo que empiezan a hacer los países automáticamente? A controlar sus fronteras»
Laurie Ann Ximénez-Fyvie, jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM y doctora en Ciencias Médicas por la Universidad de Harvard

“Lo primero que hizo Joe Bien es emitir una orden ejecutiva en donde da aviso: si somos mexicanos y queremos ir a Estados Unidos debemos llevar una prueba por PCR negativa que haya sido tomada en los últimos tres días antes del viaje y no me puedo subir al avión. Lo mismo Alemania, Italia, España, Francia, es decir, los mexicanos ya no podemos ir a ninguna parte si no llevamos una prueba PCR negativa. ¿Por qué hacen esto los países? Porque no van a dejar entrar más contagiados a un lugar donde tienen ya un problema grave”, explica.
Dice que, si se sabía que el problema estaba en la Ciudad de México, la movilidad tendría que haberse reducido, “pero no, se dejó que la gente fuera y viniera, no hubo ningún control. Porque el doctor López-Gatell dijo que era un fenómeno inconmensurable, hágame usted el favor, un epidemiólogo, si lo que hace un epidemiólogo es a contar eventos complicados.
Es una catástrofe de grandes dimensiones
“Esto no es inconmensurable, esto es una catástrofe de grandes dimensiones. Ahora en lugar de quedarse en Ciudad de México, en las grandes urbes como Guadalajara o Monterrey, se esparció y ahora tenemos comunidades totalmente desprotegidas, como Mitla, Oaxaca, una comunidad de zapotecos, donde el hospital les queda a dos horas, donde no hay un solo concentrador de oxígeno, no hay medicamentos, no hay quien les haga una prueba para saber si tienen covid, y la gente se está muriendo”, agrega.
La doctora acusa negligencia, por no hacer pruebas diagnósticas suficientes, y por subestimar el uso del cubrebocas, cuando desde hace un siglo se sabe que es una herramienta útil para controlar enfermedades que se transmiten por vía respiratoria.
Pero Ximénez-Fyvie dice que el más grave error de todos es el no rectificar.
Las proyecciones para junio
La especialista recuerda que en mayo decía que las proyecciones establecían el número de 100 mil muertes para diciembre, por lo que “me llamaron exagerada, vieja loca, pero las matemáticas no fallan. Llegamos a 100 mil muertos en diciembre. Las proyecciones ahora están hablando de 600 mil muertos para junio”.
Recomienda dar mensajes claros a la población, de no subestimar el problema. “De que no hay curas ni remedios milagrosos, que se va a llevar mucho tiempo, incluso con la vacunación, que va a llevar un año o dos años, mientras nos vamos a morir mucho si no hacemos algo”, dice.
Consideró que se debe definir qué puede hacer el gobierno y qué la población.
Qué debe hacer la población
Número uno: Recomienda ponerse cubrebocas todo el tiempo, porque además en todas partes del mundo están comenzando a migrar al uso solamente de cubrebocas K-N95, porque las nuevas cepas son más contagiosas.
Número dos: Aclara que 90% de la transmisión del virus es por vía aérea, y aunque el lavado de manos ayuda al 10% de lo que ocurre por contacto, lo necesario ahora es que el gobierno comience a hablar de la ventilación de los espacios cerrados.
Y tres: Mantener la distancia adecuada entre las personas.
Qué debe hacer el gobierno
El gobierno debe ampliar la capacidad de pruebas diagnósticas, y detectar a los asintomáticos. “Se han dedicado todos los esfuerzos a detectar a hacer pruebas a casos con síntomas, lo cual ha sesgado todo el esfuerzo. Se debe cortar las cadenas de transmisión”.
Dice que es un absurdo que el gobierno se encargue del 100% de la vacunación, porque es claro que “muchísimos ciudadanos estarían gustosos de ir a pagar su vacuna, ponérsela y no tener que esperar, eso le quita la carga al gobierno”.
Venta de vacunas a IP, falsedad
Pero aclara que hablar de esto es prematuro, algo que el Presidente usa como distractor, es una falsedad, pues en este momento no existe ninguna posibilidad de ninguna farmacéutica venda vacunas a la iniciativa privada, ya que ninguna vacuna tiene una autorización completa, sino de uso para emergencia exclusivamente.
“Ello obliga a la farmacéutica a no poder vender más que a los gobiernos federales de los países. Están hablando de una necedad cuya posibilidad ni siquiera existe”, puntualiza.
Sobre su libro, dijo esperar que quien lo lea encuentre una voz sensata que hable sobre la tragedia que vive México, pero también pretende ser un homenaje a esa población de la que no se habla, de aquellos que tuvieron covi-19 y que estuvieron graves, que hoy padecen secuelas.
Y sobre las críticas y ataques es su contra, dice que no le importan, “están en su derecho”.