En su colaboración “Bala de terciopelo”, la comunicóloga Ana María Olabuenaga, escribe que memorable no es suficiente. Puntos de conocimiento no significan puntos en la elección.
Los seguidores no son votantes. Un chiste o un baile no son suficientes, mucho menos una rima.
Tener un candidato con ideas. Que más allá de los rencores, la soberbia y la venganza quiera un México de todos, quiera un país competitivo, un país que no se aproveche de la pobreza, un país mejor.
Eso sería lo necesario, lo justo. ¿Me explico Augusto? Lo justo.