Para el mundo fiscal, el que la Suprema Corte de Justicia declare constitucional la prisión preventiva oficiosa, abriría las puertas a un terrorismo fiscal en el que un sinnúmero de acusados podrían ser encarcelados, creando un problema social y económico grave por la aplicación de una justicia punitiva.
Arturo González de Araujo, abogado fiscalista, dijo que dicha medida le parece excesiva pues es importante la defensa a los derechos humanos, algo que no ocurre con la prisión preventiva oficiosa.
“El problema no es que haya una prisión preventiva oficiosa, si nos diera eso la posibilidad de tener un mundo ideal pues me parecería increíble, qué bueno que las personas malas vayan a la cárcel. El problema es que vuelve a decir la palabra preventiva, antes de ser juzgado ya estás en la cárcel”.
Agregó que la cárcel es la peor de las sanciones al privarte de la libertad, por lo que primero debe estudiarse el caso para comprobar si existe un riesgo de fuga que te mantenga en prisión pues no cuentas con un juicio y ya estás encerrado.
“Lo que se debe hacer no es quitar así tal cual, es simplemente poner lo elementos y la valoración al juez para determinar en el caso concreto si debe permanecer en prisión o no (…) la convencionalidad en los derechos humanos no es decir que se queden todos afuera es que se estudie la idoneidad para mantener a alguien adentro de la cárcel”.
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