La pandemia de Covid-19 puso el acelerador al desarrollo y la prueba de un método para la creación de vacunas que antes no funcionaron: el del ARN mensajero o ARNm sintético.
Pfizer (Estados Unidos) y BioNtech (Alemania) como la empresa estadounidense Moderna usaron este procedimiento para crear sus vacunas, las cuales llegaron a la tercera y última fase de pruebas en humanos en un tiempo récord de ocho meses.
Según las empresas, los resultados preliminares mostraron una eficacia superior al 95%.
¿ARN, MÉTODO REPENTINO?
El método que usa ARNm en las vacunas no surgió de repente, empezó a desarrollarse en la década de los noventa pero dio un salto en los últimos 15 años gracias a descubrimientos que lo hicieron, poco a poco, más seguro y eficiente.
El ARN mensajero es una molécula que aparece cuando se copia un tramo de ADN y transporta esta información a la parte de las células donde se fabricarán las proteínas que componen el cuerpo.
La mayoría de las vacunas se elaboran con un virus debilitado o un fragmento del mismo para que el sistema inmune produzca anticuerpos.

IGNORAN TIEMPO DE INMUNIDAD
A diferencia, las vacunas génicas, como las desarrolladas por Pfizer/BioNTech y por Moderna, buscan que el propio organismo produzca una proteína del virus sin necesidad de inyectarlo y se logre la inmunidad.
Sin embargo, aún no se sabe cuánto tiempo dura la inmunidad generada por las vacunas de ARN mensajero.
Tanto las pruebas de Moderna como las de Pfizer comenzaron el pasado 27 de julio, por lo que se ha realizado un seguimiento de los pacientes durante solo cuatro meses. Expertos creen que es poco probable que la inmunidad sea permanente, por lo que no se sabe si durará seis meses, un año o más.